domingo, 18 de agosto de 2013

6. UN SONETO EXTRAÑO


Homenaje a Darío
Entre los artistas y los intelectuales, es fácil encontrar obras que se dedican unos a otros. Así, el poeta nicaragüense Rubén Darío (1867-1916) dedicó algunos de sus versos a Amado Nervo, Amy V. Miles, Antonio Machado, Bartolomé Mitre, Catulle Mendès, Emilio Ferrari, Juan Ramón Jiménez, Leopoldo Lugones, Salvador Díaz Mirón y a otros.
Uno de esos poemas es un soneto que dedicó Darío al médico y escritor argentino Francisco Anselmo Sicardi (1856-1927) para hacer referencia a su saga novelística llamada Libro extraño.
Darío nombró este soneto Libros extraños, y su texto es el siguiente:
Libros extraños que halagáis la mente
en un lenguaje inaudito y tan raro,
y que de lo más puro y lo más caro,
hacéis brotar la misteriosa fuente;
inextinguible, inextinguiblemente
brota el sentir del corazón preclaro,
y por él se alza un diamantino faro
que al mar de Dios mira profundamente...
fuerza y vigor que las alas enlaza,
seda de luz y pasos de coloso,
y un agitar de martillo y de maza,
y un respirar de leones en reposo,
y una virtual palpitación de raza;
y el cielo azul para Orlando Furioso...

Este soneto ha sido calificado de tema ocasional por quienes estudian la producción poética dariana. No obstante, se trata de un elogio a la obra, más que al autor, lo cual se aclara cuando leemos la autobiografía de Dario, en la que apuntó, respecto a su residencia en Buenos Aires, lo que vemos a continuación:
Francisco A. Sicardi
Tres amigos médicos tuve, que fueron alternativamente los salvadores de mi salud. Fue el uno el doctor Francisco Sicardi, el novelista y poeta originalísimo, cuya obra extraordinaria y desigual tiene cosas tan grandes que pasan los límites de la simple literatura. Su Libro extraño es de lo más inusitado y peregrino que haya producido una pluma en lengua castellana.
Sicardi publicó Libro extraño en cinco volúmenes entre los años 1894 y 1902. Esta saga novelística es una alegoría de las luchas de poder que ocurrían en Argentina en el último tercio del siglo XIX, para lo cual el autor se valió de escenas costumbristas de un naturalismo que aún es tema de estudio. Se ha especulado que Sicardi volcó en esta obra su experiencia como médico en los suburbios de Buenos Aires. Como añadido, Griselda Gugliara (2004) ha apuntado lo siguiente sobre Libro extraño:
Sicardi invita al lector a participar de un juego intertextual que lo contacta con los espacios privados cotidianos y, a la vez, con los grandes movimientos literarios y filosóficos que moldearon el pensamiento moderno.
La manera como se expresó Darío de esta obra en su soneto es un asunto que aún falta aclarar, pues encontramos en el mismo que se refiere a Libro extraño indicando que usa un "lenguaje inaudito y tan raro", para luego afirmar que de esta obra brota un origen arcano desde lo que nos es más valioso.
La cuarteta con los versos 5-8 es muy bella, pues en ella se refiere al posible origen de la obra, indicando que desde un admirable corazón se alza la visión para mirar a profundidad la existencia, a la que llama metafóricamente "mar de Dios".
Los dos tercetos que abarcan los versos 9-14 juegan con la conjunción para encadenarse de un modo admirable y presentan dos conceptos opuestos con varias imágenes metafóricas:
  • Fuerza y vigor, en el primer terceto, y
  • Paz y buena fortuna, en el segundo.
Este soneto fue publicado como parte del poemario El canto Errante (1907), y se le omitió en las obras completas (1917). Además, cuando se publicó en el periódico La mañana (27 jul. 1910), de Cartagena, presentaba variaciones de llamar la atención, pues pudo haberlas introducido el autor.
Manuscrito en la ASU
En 2011, la casa de subastas madrileña El Remate anunció que pondría a la venta 900 documentos manuscritos de Rubén Darío el 22 de diciembre de ese año. Esta colección se consideró tan importante y despertó tanta controversia -incluso señalamientos de que ya estaban publicados y acusaciones de que se trataba de falsificaciones- que la Universidad Complutense de Madrid, donde está el Seminario-Archivo Rubén Darío, intervino para dar su parecer y autentificarlos.
Los manuscritos fueron considerados por la Universidad como “no malos”, indicando que pertenecen a una época de la vida de Darío en la que el poeta consumía mucho alcohol, por lo que su caligrafía muta considerablemente en función del estado de ánimo con que escribía.
Poco antes de la esperada subasta, el dueño de la colección decidió que no se arriesgaría a obtener un monto inferior al que requería, por lo que se canceló la puesta en venta por este medio. Al año siguiente, esta colección fue adquirida por la Arizona State University (ASU), en Estados Unidos.
En esta colección de manuscritos está un presunto borrador del soneto Libros extraños, que tiene una indicación al inicio de que es una versión casi prosada; además, trae la rúbrica del autor al inicio y al final del texto. Lo realmente interesante de esta versión tiene que ver con las diferencias que presenta respecto a las versiones publicadas en El canto errante y el periódico La mañana, sobre todo la correspondiente al verso 13, que en el manuscrito dice lo siguiente:
   y una virtual palpitación de caza
mientras en la versión impresa dice:
   y una virtual palpitación de raza.
Esto es muestra del momento de la construcción artística, cuando el autor estaba creando la oposición que en definitiva muestran los dos últimos tercetos, tal como indicamos antes.
Esta loa a la obra cumbre de Sicardi, comparándola con el Orlando furioso de Ariosto, tuvo como contra la crítica más feroz, pues Libro extraño fue la más incomprendida producción sicardiana, como puede notarse en el parecer de Lugones, quien se expresó de ella calificándola como "una cosa informe e inmensa... sin plan ni selección"; Napolitano escribió que tuvo un "plan deficiente"; Posadas la acusó de desorganización; y Ara la llamó "obra multiforme, caótica, abigarrada".
Extraño soneto es este de Darío, quien en su época pareció ser el único que pudo apreciar a Sicardi, dejando para la posteridad este hermoso canto a los libros extraños.

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