El año 1955 fue muy interesante para México, pues Juan Rulfo publicó su Pedro Páramo, Daniel Cosío Villegas sacó a la luz los dos volúmenes de su Historia moderna de México, Zea expuso sobre La filosofía en México y O'Gorman mostró los Documentos para la historia de la litografía en México, además de que salieron importantes estudios del pasado indígena y biografías de Cuauhtémoc, Hidalgo, Mina, Juárez, Villa, y el padre Kino, entre otros.
Según el Anuario estadístico de los Estados Unidos Mexicanos, 1955-1956, se calculaba que había en el territorio casi 29.7 millones de habitantes, de los cuales alrededor de 42 por ciento era menor de edad y 36 por ciento era analfabeto o no se sabía su situación educativa. Además, 44 por ciento vivía en zonas urbanas y 32 por ciento tenía la condición de población económicamente activa que se dedicaba, en poco más de la mitad, a la agricultura y la ganadería.
Gobernaba el país el Presidente Adolfo Ruiz Cortines y era jefe del Departamento del Distrito Federal Ernesto P. Uruchurtu, a quienes les correspondió ser testigos, en este año, de la conclusión del modelo económico de industrialización sustitutiva, que dejó fuertes efectos negativos en la economía mexicana, como: Fluctuaciones en el tipo de cambio, inflación, y déficit en las finanzas públicas, y en particular en la cuenta corriente, creando desequilibrios internos y externos.
Se promulgó en el 55 la Ley para el fomento de las industrias nuevas y necesarias, cuyo ordenamiento permitió que se estableciera un importante número de empresas industriales, fundamentalmente medianas y pequeñas, y que un gran número de talleres se transformaran en pequeñas empresas.
Algunos eventos que marcaron de forma significativa este año en la historia nacional fueron los siguientes:
- Marzo 12: Los II Juegos Panamericanos se inauguraron en el Estadio Universitario (hoy en día llamado Estadio Olímpico Universitario) de la ciudad de México frente a una asistencia de más de 100,000 espectadores.
- Junio 21: Se inició la Campaña para Erradicar el Paludismo en México con el apoyo de las Naciones Unidas.
- Julio 3: Las mujeres acudieron por primera vez a las urnas a emitir su voto, que se había reconocido como su derecho desde 1953. En esa ocasión, se elegieron diputados federales para la XLIII Legislatura.
- Julio 20: Falleció Joaquín Pardavé, actor y director de cine de los años de oro del cine mexicano.
- Septiembre 1: Adolfo Ruiz Cortines informó al Congreso sobre la creación del Instituto Nacional de Bienestar a la Infancia que, entre otras funciones, debería combatir la desnutrición y la poliomielitis.
Antonio Castro Leal. |
En este ambiente, se publicó en el número de septiembre-octubre de 1955 de la revista Cuadernos americanos un relato singular de ciencia ficción titulado Una historia del siglo XX, de Antonio Castro Leal, que fue calificado por la SFE: The encyclopedia of science fiction de "ejercicio satírico en historia latinoamericana visto desde el punto de vista del siglo XXVIII [i.e. XXX]".
El autor, Antonio Castro Leal (1896-1981), fue un abogado y escritor potosino de gran renombre, que formó parte del grupo llamado "Los siete sabios". Es de destacar que fue el último rector de la Universidad Nacional de México, antes de la autonomía universitaria (1929), y que ocupó diversos puestos como funcionario público dentro y fuera del territorio mexicano. Además de los reconocimientos que recibió, son muy conocidos sus estudios sobre Juan Ruiz de Alarcón, Salvador Díaz Mirón, Carlos Chávez, Luis G. Urbina, Manuel José Othón, Cervantes y Shakespeare, entre muchos otros.
Una historia del siglo XX empieza con la presentación de la obra ficticia La restauración de la nobleza en el Continente Americano durante el siglo XX, del profesor Mamertín Chevalier, la cual habría recibido el premio de erudición e historia del Ministerio de Instrucción Pública de Francia en el año 2987.
La importancia de la obra de Chevalier -escribió Castro Leal- sería porque vendría a aclarar dudas planteadas por los americanistas desde el siglo XXVIII, por lo cual a continuación se publica íntegra en sus 14 partes, las cuales resumimos a continuación:
I. La desaparición misteriosa y acelerada de los centros de población del Continente Americano en el siglo XXIII se debió a un raro hundimiento y a la cristalización de los lodos, entre los cuales se realizaron excavaciones con magníficos descubrimientos que revelaron cómo fue la vida americana, especialmente en el siglo XX. El máximo hallazgo fue una casa que contaba con una biblioteca de historia.
II. A partir del siglo XX, se perfilaron las cuatro grandes federaciones de Estados que dominaban el mundo en el siglo XXIII: Los Soviets Antiprohibicionistas del Occidente, las Repúblicas Liberales del Oriente, las Comunidades Orientales del Sol y las Repúblicas Bolivarianas del Continente Americano, en donde se encontraba la Zona de la Altiplanicie.
III. Presentación de la hipótesis de que las Repúblicas Bolivarianas prosperaron y adquirieron poder político debido a la restauración de la nobleza en sus inmensos territorios.
IV. Planteamiento de que la mujer alcanzó en el siglo XX su máxima influencia en la sociedad humana, llevando al hombre a convertirse en su esclavo.
Portada del sobretiro. |
V. A mediados del siglo XX sobrevinieron crisis que disminuyeron la productividad económica del hombre, quien no ganaba lo suficiente para conservar el lujo y las comodidades de la mujer. Esta situación preocupó a las mujeres y les llevó a unirse en clubes políticos, centros de estudios económicos y sociales, institutos de investigaciones sobre las técnicas políticas masculinas y asociaciones de organización, propaganda y espionaje.
VI. Los centros de estudios económicos femeninos se enfocaron en una invención de los políticos de mediados del siglo XX: La "Sociedad en Comandita de Pérdidas Ilimitadas", que consistía en encontrar un socio que aportara todo el capital y absorbiera, sin limitación alguna, todas las pérdidas. Esta forma de sociedad se practicó ampliamente por los políticos de la época, pero las mujeres de las Repúblicas Bolivarianas de la Altiplanicie descubrieron su mecanismo y lo denunciaron, conminando a la población a revertir sus efectos, lo cual mejoró la situación económica y el hombre pudo seguir consintiendo a la mujer.
VII. La economía basada en los metales había sido sustituida por certificados de papel y, desde el siglo XVIII, por el crédito, de modo que en el siglo XX la economía llegó a tolerar que la moneda descansara sobre la base del 50 por ciento de oro y 50 por ciento de crédito. Sin embargo, nuevas escuelas de economía acabaron reduciendo la base de oro a cero, por lo que la moneda descansaba totalmente sobre el crédito. Entonces, la gente comenzó a ahorrar y a comprar oro, lo que generó grandes preocupaciones en el gobierno, por lo que éste empezó a poner todo tipo de obstáculos administrativos y económicos para la adquisición del metal. Esto llevó a la población a buscar valores de cambio alternativos: Las vitaminas y los antibióticos.
VIII. Se seguía gobernando mal y ello motivó a los espíritus libres a fomentar la revolución. Las mujeres se dieron cuenta del ardor de los hombres y tuvieron dudas y momentos contradictorios, hasta que descubrieron sus intenciones revolucionarias.
IX. Las mujeres se organizaron para impedir que los hombres hicieran una revolución, por lo que éstos tuvieron que retardar la fecha del golpe. Así, las mujeres descartaron la violencia y consideraron indispensable un cambio de todos los miembros del gobierno. Con estas premisas, una de sus comisiones técnicas demostró que en las Repúblicas Bolivarianas nunca había existido la noción de "servicio público", sino únicamente el concepto de "encomienda", de modo que ningún funcionario público desempeñaba un cargo público, sino que todos gozaban de una encomienda. Siguiendo este razonamiento, las mujeres terminaron sus estudios justo cuando los hombres empezaban a impacientarse y se disponían a lanzarse a la revolución.
X. Se reunieron los hombres y las mujeres que dictaminaron sobre la administración pública, quienes hablaron de la necesidad de hacer una revolución para sostener y salvar el gobierno, pasando a exponer su plan, el cual fue aprobado y se empezaron a tomar las disposiciones necesarias para llevarlo a la práctica.
XI. El plan de las mujeres descansaba en un principio fundamental: Las diferencias entre los privilegios y el poder. En consecuencia, había que dejar el goce de los privilegios a los miembros del gobierno y quitarles el ejercicio del poder. Entonces, una comisión femenina, con un representante masculino, redactó un reglamento para restablecer la nobleza en las Repúblicas Bolivarianas a través de un cuerpo nobiliario limitado en número, que incrementaría sus filas periódicamente y sería sostenido con fondos públicos. El cuerpo nobiliario constaría de un Gran Archiduque sexenal, que luego de su período conservaría el nombre de "Archiduque"; doce Grandes Duques nombrados por el Gran Archiduque en turno, que luego de su período se llamarían "Duques"; treinta Marqueses y el Gran Colegio de Electores. El Gran Archiduque y los Grandes Duques vivirían en palacios instalados en las grandes praderas del Chapulín. Los títulos no serían hereditarios, al tiempo que si un noble quería participar en la política debería renunciar a su título y propiedades.
XII. Al presentar el reglamento en una gran asamblea, se objetó que la Constitución prohibía los títulos nobiliarios, pero este punto se aplazó hasta considerar las demás objeciones. Finalmente, los constitucionalistas, los historiadores, los economistas, los valuadores, los contadores, los especialistas en heráldica, los delegados de la Iglesia, el municipo y las agencias de turismo aceptaron.
XIII. Se compraron grandes lotes en las praderas del Chapulín y, cuando llegó el día nacional y desfilaban frente al Palacio Nacional las grandes unidades del ejército, la policía municipal, el Colegio Militar y la Academia Naval, una comisión de señoras pidió urgentemente hablar con el Presidente, exponiéndole en cinco minutos el plan: O el título de Gran Archiduque o la horca. El Presidente se reunió con sus ministros y contrapropuso que se agregara al cuerpo nobiliario unas cámaras de diputados y senadores, lo cual rechazaron enérgicamente las mujeres.
XIV. Ese día, ante la expectación y el júbilo del pueblo, salieron del Palacio Nacional el Gran Archiduque, los Grandes Duques, muchos Marqueses y casi todos los miembros del Gran Colegio de Electores. Desde entonces, empezó un gobierno libre y verdaderamente representativo, así como una prosperidad sin precedentes, que se extendió del siglo XX hasta bien entrado el siglo XXIII.
Se pueden notar con facilidad las correspondencias que guarda esta historia con el momento histórico que se vivía en México en su año de publicación: Una crisis económica, el ascenso de la mujer al voto y una crítica satirizada de la situación política, que tenía como actores a quienes habían traicionado los ideales de la Revolución Mexicana.
Es sin duda una obra muy agradable y deslumbrante, de uno de los pensadores más lúcidos que ha tenido México, pero que aún espera una justa valoración de su obra.